Las exigencias del momento actual, sin duda, están evidenciando la necesidad de mejorar nuestro rendimiento profesional, con el fin de ser capaces de afrontar con éxito los mayores retos. Y al mismo tiempo, estas mayores exigencias están poniendo de manifiesto, en muchos casos, nuestra imposibilidad de seguir al ritmo que exigen las circunstancias, por encontrarnos ya al límite de nuestras posibilidades.

En este contexto, el trabajo de coaching resulta tremendamente efectivo, dado que el coaching, en esencia, constituye un proceso de superación personal, dirigido a capacitar a las personas para que puedan llegar a ser su mejor yo, y puedan desplegar todo el talento que llevan dentro, capacitándolas así para que puedan superar sus mayores retos.

Y es que el coaching parte del convencimiento, contrastado por la experiencia en la vida real, de que todos poseemos en nuestro interior los recursos necesarios para superar cuantos problemas y retos nos depare la vida.

El proceso de coaching es valioso, precisamente, porque, te ayuda a que seas tu mejor tú, permitiéndote con ello que puedas alcanzar cuanto te propongas.

Pero ciertamente, emprender ese camino de superación personal en solitario es duro y las dificultades pueden hacernos abandonar nuestro empeño o hacernos pensar que la mejora no es posible. Para eso precisamente, está tu coach, para acompañarte en tu camino. De igual modo que un sherpa acompaña al montañero que pretende alcanzar una gran cima. No hace el camino por él, ni le indica lo que debe hacer, pero lo acompaña y apoya en los momentos de flaqueza, y lo guía en los momentos de desorientación para que reconozca su propia senda, y, finalmente, con su esfuerzo alcance su meta… Para eso sirve el coaching.

Por eso los deportistas de élite buscan la ayuda de un coach; para llegar a ser capaces de rendir al máximo, y poder alcanzar así las metas que se proponen.

 

coaching_acompañante

Pero ese proceso de superación personal que te permita mejorar tu rendimiento profesional debe seguir un proceso natural, que parte, en primer lugar, de que tomes conciencia de cuál es tu situación actual de la que partes y de que asumas tu responsabilidad en cuanto a las decisiones y las conductas que adoptas a diario, y en consecuencia, sobre los resultados que obtienes; que pasa, en segundo término, por ayudarte a que reconozcas tu propósito en la vida, tu misión personal y profesional, definas qué tipo de persona y qué tipo de profesional quieres ser, cuáles son tus valores en cada una de las facetas de tu vida; para terminar, en tercer lugar, con un plan de acción personal que te permita trasladar a tu vida personal y profesional, tus valores, y los principios naturales, cuyo respeto permite rendir al máximo.

La clave para mejorar tu rendimiento profesional estriba, finalmente, en trasladar a tu quehacer profesional, los principios naturales cuya observancia permite a los atletas alcanzar grandes metas; en observar los principios que determinan el máximo rendimiento en el mundo del deporte de élite, en el que los atletas superan con éxito, las altas cotas de presión física y psíquica, de estrés, en un ambiente sumamente competitivo y donde la exigencia del desarrollo de todo su potencial se produce en cada intervención, el mismo ambiente al que estamos sometidos también los profesionales.

Con todo ello, te confortará comprobar que, al final, el alto rendimiento únicamente puede alcanzarlo una persona feliz.