Clave 3 para el alto rendimiento profesional.

3. Vive en equilibrio, oscilando continuamente entre períodos de ejercicio y períodos de recuperación.

El necesario equilibrio entre el ejercicio y el descanso, como ley natural que es, opera también a la inversa.

Así, nuestro deterioro físico, más que consecuencia de la edad, es fruto de nuestra falta de ejercicio, de las prolongadas jornadas de sedentarismo que caracterizan nuestras vidas.

Usa tus fuerzas en exceso sin permitir la recuperación y las perderás; pero deja de usar tus fuerzas, y comprobarás que éstas igualmente desaparecen.

¡Lo que no se usa, se desusa!

Recuerda, la clave para poder disponer en su plenitud de todas tus energías estriba en ejercitar periódicamente todos tus músculos, -físicos, mentales, emocionales y a nivel espiritual-, y en permitir que a los períodos de intensa demanda de fuerza y exigencia, le siga el correspondiente período de recuperación, oscilando de una fase a otra.

Más incluso que permitir, lo que debes es programar conscientemente dichos períodos de ejercicio y de recuperación, convirtiéndolos en hábitos, para que éstos tiren de ti y te faciliten estar en óptimas condiciones. Sólo así podrás sostener tu nivel de máximo rendimiento.