Clave 2 para el alto rendimiento profesional.

2. Descansa

Somos parte de la naturaleza, y respondemos a sus leyes. Y en la naturaleza todo tiene unos ciclos y una oscilación, como las mareas del mar, como los cambios de estaciones, como el paso del día a la noche.

Nosotros también obedecemos a este mismo orden natural, de modo que cualquier intento por nuestra parte de vulnerar esas leyes universales, si bien es alcanzable, por nuestra condición humana, no resulta sostenible en el tiempo. A todo período de esfuerzo, debe seguirle, por tanto, tal y como ocurre en la naturaleza, el correspondiente período de descanso, reposo y recuperación. Y por ello, para el alto rendimiento profesional tan importante como el esfuerzo, es el descanso.

descansa

Sin embargo, a menudo, sentimos la tentación de buscar atajos por la presión a que nos vemos sometidos de cumplir determinados objetivos, y pensamos que trabajando más intensamente, negándonos racionalmente a tomar descanso, dicho objetivo nos resultará alcanzable. En esta espiral de pensamiento antinatural llegamos incluso a pesar que el tiempo de reposo es tiempo perdido, hasta que al final, la evidencia se nos manifiesta cruelmente haciéndonos conocedores de que hemos agotado nuestras fuerzas; nos encontramos “agotados”, “extenuados”, “quemados” sin reservas de las que tirar, porque no hemos permitido reponerlas.

Pensamos que la energía de la que disponemos es inagotable, y ello es así, si nos preocupamos de recuperarnos; pero sin ese tiempo preciso para reposar, desconectar de nuestras obligaciones, del trabajo, sin ese tiempo para descansar, divertirnos, conectar con nuestros seres queridos, nuestras vitalidad se agota inexorablemente.

De igual que un pozo del que sólo se extrae acaba secándose si no se le permite que las aguas subterráneas repongan su caudal, tampoco las personas podemos mantener la frescura y vitalidad de forma indefinida si impedimos sistemáticamente que nuestros depósitos vuelvan a llenarse… Y eso nos pasa tanto con nuestros depósitos de energía física, como emocional, mental y espiritual.